Magia que no puedes ver en el momento.
Pero sí cuando pasa el tiempo.
Mirando atrás, parece que todo el camino que he recorrido hasta hoy esté tejido, hilo a hilo, a la perfección.
Sin errores. Sin casualidades. Todo causalidades.
Como si todo lo que fuera a hacer ya estuviera escrito.
Como si el universo lo supiera antes que yo.
Parecían aleatorias.
Pero ahora sé que no lo eran.
Que cada una formaba parte algo más grande.
De algo que jamás hubiera podido imaginar.
Ahora siento como si el camino ya hubiera estado trazado, y yo simplemente tuviera que caminarlo.
Pero, insisto, en el momento no lo sabía.
No sabía que hacer todos los másters y formaciones en salud hormonal y reproducción, que los hacía por el puro placer de aprender sobre lo que me apasiona, me permitiría crear hoy un método super efectivo que está ayudando a centenares de mujeres a conseguir el embarazo.
No sabía que licenciarme en psicología me permitiría acompañar tus ilusiones, miedos, esperanzas, frustraciones, culpa, nervios y tristeza durante la búsqueda de embarazo.
No sabía que marcharme a EEUU durante un año y medio a formarme como terapeuta integrativa me permitiría entender y tratar a tu cuerpo como un todo, y no sólo como una suma de partes.
No sabía que formarme como profesora de yoga y meditación me concienciaría para darle la misma importancia tanto a tu cuerpo como a tu mente.
Tampoco sabía que tener mis propios desajustes hormonales, y que con 13 años me dijeran que en el futuro me costaría quedarme embarazada, me llevaría a empatizar tanto con tu propio camino.
Aunque ahora todo cobre sentido, durante tiempo no lo vi.
Pero es que ya lo decía Steve Jobs:
“Es imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro… pero resulta muy, muy claro unirlos mirando atrás.”
Agradecida por cada cosa que me ha moldeado en la profesional que soy hoy.
Porque hoy me siento delante de ti y te veo como más que un diagnóstico, unas analíticas, unos datos o una estadística.
Ahora soy capaz de verte a ti.
Toda.
Desde las entrañas de tus miedos… hasta tus molestias digestivas.
Desde tu culpa y ansiedad… hasta tu calidad ovárica.
Desde tu desgaste y frustración… hasta tus ciclos irregulares.
Porque todo, todito, todo me importa.
Y porque todo, todito, todo influye en tu fertilidad.
De esto mismo hablaba el otro día Júlia, cuando me escribió este mensaje que me atravesó el corazón:
Laura, gracias por acompañarme desde tu profesionalidad y conocimiento del cuerpo de la mujer. Y también por acompañarme desde tu corazón. Porque eres pura empatía y generosidad hecha persona. Nunca pensé que podría llegar a vivir la búsqueda de embarazo tan bien acompañada. Ya no me siento sola, ni perdida, ni bloqueada. He recuperado la confianza en mi cuerpo y fertilidad. Mi ciclo es más regular, ya no tengo dolor, y han mejorado todos los parámetros analíticos que tenía alterados. Ah, y las herramientas que he aprendido me las llevo para toda la vida. Gracias por hacer lo que haces.
Sin duda, hacer lo que hago con Júlia y con las otras 589 mujeres que he acompañado es mi motor de vida.
Entendiendo toda la complejidad y globalidad del cuerpo de la mujer. Sin fragmentarla.
Modificando y optimizando mi método de trabajo con cada año.
Manteniéndome al día de los nuevos estudios científicos sobre fertilidad, y añadiendo los últimos descubrimientos contrastados dentro del contenido del programa.
Mejorando los ejercicios prácticos que llevan a la transformación real, para que aplicar todo lo que te comparto te sea fácil.
Añadiendo cada vez más acompañamiento emocional, individual y grupal, porque he visto el impacto real que tus pensamientos y sentimientos tienen sobre tu cuerpo y tu fertilidad.
Individualizando al máximo el proceso para que te asegures que aumentas tus probabilidades de concebir con cada paso que das.
Creando una nueva comunidad de mujeres que prefieren vivir este proceso acompañadas, en vez de estar solas.
Y así he ido tejiendo, hilo tras hilo, el programa sobre fertilidad más potente que he creado jamás.
Es la única forma de seguimiento individualizado que ofrezco ahora.
Y las plazas no están siempre abiertas.
Las voy abriendo y cerrando mes a mes para tener un control de las entradas, y que no se llene demasiado.
Lo hago así porque quiero dedicar a cada mujer el tiempo que se merece.
Si esta forma de trabajar resuena contigo, deja tu mail aquí abajo y te avisaré cuando vuelva a abrir el acceso.
Y además, de regalo, recibirás un audio con los 3 motivos que pueden estar dificultando tu embarazo ahora mismo.
Un fuerte abrazo,
Laura.
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