En la semana de antes de tu periodo, es común que las mujeres presenten insomnio, despertándose varias veces durante la noche, teniendo dificultades para conciliar el sueño y que este no sea del todo reparador.
¿Y porqué ocurre? Principalmente se debe a la dominancia de estrógenos, es decir a que tengamos demasiado estrógeno en relación a la progesterona, en especial la semana antes de nuestro periodo.
La dominancia del estrógeno es causado por una larga lista de factores, como el estrés, la falta de autocuidado, una dieta insuficiente o poco nutritiva, un estilo de vida sedentario y la exposición a toxinas ambientales (disruptores endocrinos).
Este desequilibrio hormonal empeora si tus niveles de progesterona son bajos de forma general, lo que puede afectar a las mujeres de todas las edades, pero ocurre con mayor frecuencia a las mujeres mayores de 35 años. Esto es debido a que los niveles generales de progesterona comienzan a disminuir durante la perimenopausia (los años de transición hacia la menopausia), y que aunque es un proceso muy lento suele empezar a los 35-40 años. En esta etapa la baja progesterona afecta negativamente la producción de melatonina, la hormona necesaria para conciliar el sueño y permanecer dormidas.
La progesterona de forma general promueve la relajación. Es como un “valium” natural que estimula la sedación y el sueño. Si es baja, posiblemente te sientas más irritada y tensa o tengas más dificultades para conciliar el sueño.
Algunos factores ambientales comunes que empeoran insomnio incluyen:
Beber cafeína
Usar alcohol para relajarse
Las deficiencias de micronutrientes, incluidos los bajos niveles de magnesio, zinc y / o selenio
Por lo tanto, para mejorar el insomnio premenstrual es esencial:
equilibrar tu dominancia de estrógenos
limitar el consumo de cafeina y alcohol
aumentar el consumo de alimentos ricos en magnesio, zinc y selenio
adoptar unos mejores hábitos de higiene de sueño